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domingo, 16 de noviembre de 2008

De las relaciones adictivas a las iluminadas (2)

En la entrada anterior la termino con una frase, que ahora, después de leerla y leerla me doy cuenta que no es eso lo que quería decir.

"el ego, el cuerpo-dolor ha destruido nuestro amor"

No, no lo ha destruido, el amor es mucho más poderoso que eso. Pero si que está destruyendo la posibilidad que ese amor sea expresado en este mundo físico.

El, ha comenzado a escribir un blog, un blog centrado única y exclusivamente en lo que va sintiendo cada día respecto a si mismo y respecto a mi. Un diario.

Un diario que leo y que me apena mucho. Leo como va avanzando en cosas que le permitirán una mejor calidad de vida, que le pueden acercar a la felicidad. Pero también veo como continua aferrándose a mi, con el dolor que ello le produce y como ese aferramiento le mantiene anclado en el pasado.

Siento que no soy capaz de ayudarle a vivir y eso me apena, porque lo amo y lo desearía ver volando, feliz, disfrutando de sus momentos, de su día, de su ahora. Pero él se queda aprisionado en el recuerdo de lo que un día fue y en el deseo de lo que un día podrá ser. No vive el presente.
"...TANTO SI VIVES SOLO COMO SI VIVES EN PAREJA, la clave es estar presente e intensificar progresivamente tu presencia mediante la atención al ahora.
Si quieres que florezca el amor, la luz de tu presencia debe ser lo suficientemente intensa como para no verte arrollado por el pensador o por el cuerpo-dolor, ni los confundas con quien eres..." E. Tolle - El Poder del Ahora
Menos mal que ya lo aprendí, no me dejo arrollar por esta tristeza. No me siento ni culpable ni responsable de la situación. Me gustaría ayudarlo, me gustaría... pero no puedo hacer nada y lo acepto.
"...Desidentificarse del cuerpo-dolor es llevar la presencia al dolor y así transmutarlo. Desidentificarse del pensamiento es poder ser el observador silencioso de tus pensamientos y de tu conducta, especialmente de los patrones repetitivos de tu mente y de los roles que representa tu ego..." E. Tolle - El Poder del Ahora
Observo mi tristeza, una tristeza temporal que surge solo cuando leo el dolor que plasma en sus escritos, esto me permite mantenerme fresca y viva el resto del día. Hay momentos que pienso en ello, busco soluciones para él, pero enseguida me doy cuenta y observo, vuelvo a mi presencia y se disuelve. No entro en ello, no se aferro a ello, solo aparece, lo observo y se disuelve. Cada momento que pasa en el que practico la observación veo como esa tristeza se va convirtiendo más y más en compasión. La compasión te permite sentir que deseas ayudar a la otra persona pero solo hasta donde puedes, si no puedes, no hay sentimiento negativo.
"...Aunque es posible tener breves atisbos, el amor no puede florecer a menos que estés permanentemente liberado de la identificación mental y tu presencia sea lo bastante intensa como para haber disuelto el cuerpo-dolor, o hasta que puedas, al menos, mantenerte presente como observador. De ese modo, el cuerpo-dolor no podrá arrebatarte el control y destruir el amor..." E. Tolle - El Poder del Ahora
Y enlazando con las primeras palabras de este post, nuestros egos, mi ego, no podrá destruir nunca este amor. Su ego, puede destruir la posibilidad que este amor sea expresado en este mundo físico, pero no va a destruir el amor. Está muy por encima de todo eso.

He insertado en su blog una cita de Tolle, no se si lo leerá con suficiente presencia como para entenderlo

Mientras no entienda que es absolutamente necesario que no se aferre a ese dolor (que no se mantenga viviendo en el pasado viendo mis fotografías, que no viva pensando en el futuro) para que sus deseos se cumplan, sus deseos nunca llegarán. 

Sí, podría conseguir que yo volviera a su lado ¿de que serviría?, viviríamos plenamente o continuaríamos viviendo del pasado o en el futuro y con ello empezarían los conflictos, las dudas de nuevo.  

Podría ser una elección a la que yo optara, pero no es mi elección, es solamente la suya. 

Ojalá medite sobre estas palabras que inserto a continuación y de el salto que tanto necesita hacia vivir su ahora, eliminando su resistencia a aceptar el ahora, por no sufrir lo que hay en este momento, porque esa resistencia solo le va a impedir limpiar ese dolor y transformarlo en paz... y a partir de ahí volar.
LA TRANSFORMACIÓN DEL SUFRIMIENTO EN PAZ

En algunas situaciones extremas puede que te resulte imposible aceptar el ahora. Pero la rendición siempre te ofrece una segunda oportunidad.

TU PRIMERA OPORTUNIDAD CONSISTE EN RENDIRTE cada momento a la realidad de ese momento. Sabiendo que lo que es no puede deshacerse —porque ya es—, dices sí a lo que es o aceptas lo que no es.

Entonces haces lo que tienes que hacer, lo que la situación requiera.

Si te mantienes en este estado de aceptación, no crearás más negatividad, ni más sufrimiento, ni más infelicidad. Vives en un estado de no-resistencia, en un estado de gracia y ligereza, libre de luchas.

Cuando no eres capaz de hacerlo así, cuando pierdes esta primera oportunidad, bien porque no eres capaz de generar suficiente presencia consciente para impedir que surja algún patrón de resistencia habitual, o bien porque la situación es tan extrema que te resulta absolutamente inaceptable, entonces estarás generando dolor, sufrimiento de algún tipo.

Podría parecer que la situación está creando el sufrimiento, pero en último término no es así: la responsable es tu resistencia.

ÉSTA ES TU SEGUNDA OPORTUNIDAD DE RENDIRTE: si no puedes aceptar lo de fuera, entonces acepta lo de dentro. Si no puedes aceptar la situación externa, acepta la situación interna.

Esto significa: no te resistas al dolor. Permítelo. Ríndete al dolor, a la desesperación, al miedo, a la soledad o a cualquier forma que adopte el sufrimiento. Obsérvalo sin etiquetarlo mentalmente. Abrázalo.

A continuación observa cómo el milagro de la rendición transmuta el sufrimiento profundo en paz profunda. Ésta es tu crucifixión. Deja que se convierta también en tu resurrección y ascensión.

Cuando sientas un dolor profundo, toda charla sobre la rendición probablemente te parecerá intrascendente y sin sentido. Si sientes un dolor profundo, lo más probable es que te surja un fuerte impulso de escapar de él, no de rendirte a él. No quieres sentir lo que sientes. ¿Qué podría ser más normal? Pero no hay escapatoria, no hay salida.

Puede que haya seudoescapes: el trabajo, la bebida, las drogas, enfadarte, proyectar el dolor, mantener recuerdos, ver fotografías del pasado…, pero no te liberan del dolor.

La intensidad del sufrimiento no disminuye cuando lo haces inconsciente.

Cuando niegas el dolor emocional, lo que haces o piensas, e incluso tus relaciones, todo queda contaminado por él.

Lo emites, por así decirlo, pues es la energía que emana de ti, y los demás lo notarán subliminalmente.

Si son inconscientes, puede que se sientan obligados a atacarte o herirte de algún modo, o puede que tú les hieras al proyectar inconscientemente tu dolor. Atraes y manifiestas lo que corresponde a tu estado interno.

CUANDO NO HAY ESCAPATORIA, EXISTE UN CAMINO QUE PERMITE ATRAVESAR EL DOLOR; por tanto, no te alejes de él. Afróntalo. Siéntelo plenamente.

Siéntelo, ¡no pienses en él!

Exprésalo si es necesario, pero no crees un guión mental con el dolor.

Pon toda tu atención en lo que sientes, no en la persona, evento o situación que parece causarlo.

No dejes que la mente use el dolor para crearse con él una identidad de víctima.

Compadecerte de ti mismo y contar tu historia a los demás te mantendrá atrapado en el sufrimiento.

Como es imposible huir del sentimiento, la única posibilidad de cambio es entrar en él; si no lo haces, no cambiará nada.

Por tanto, concede toda la atención a lo que sientes y evita etiquetarlo mentalmente.

Al entrar en el sentimiento, mantente intensamente alerta.

Puede que al principio parezca un lugar oscuro y terrorífico, pero cuando sientas el impulso de huir de él, obsérvalo sin hacer nada.

Continúa manteniendo la atención en el dolor, sigue sintiendo la pena, el miedo, el pavor, la soledad…, lo que estés sintiendo.

Mantente alerta, sigue estando presente, presente con todo tu ser, con cada célula de tu cuerpo.

Al hacerlo, estás llevando una luz a esa oscuridad: ésa es la llama de tu conciencia.

Llegado a esta etapa, no hace falta que te preocupes de la rendición. Ya ha ocurrido. ¿Cómo? Plena atención es plena aceptación, es rendición. Dando a lo que sientes toda tu atención, usas el poder del ahora, que es el poder de tu presencia.

Este poder no permite que sobrevivan resistencias ocultas. La presencia erradica el tiempo, y sin tiempo no pueden sobrevivir el sufrimiento y la negatividad.

LA ACEPTACIÓN DEL SUFRIMIENTO es un viaje hacia la muerte. Afrontar el dolor profundo, dejarlo ser, poner tu atención en él, es entrar en la muerte conscientemente.

Cuando hayas muerto esa muerte, te darás cuenta de que no hay muerte y no hay nada que temer. Sólo muere el ego.

Imagina un rayo de sol que ha olvidado que es parte inseparable del Sol y se engaña creyendo que tiene que luchar por sobrevivir, construirse una identidad diferente a la del Sol y aferrarse a ella.

¿No sería la muerte de esa ilusión increíblemente liberadora?

¿QUIERES TENER UNA MUERTE FÁCIL? ¿Prefieres morir sin dolor, sin agonía?

Entonces muere al pasado a cada instante, y deja que la luz de tu presencia retire el viejo yo pesado y ligado al tiempo que pensabas que eras «tú». 
E. Tolle - Practicando el Poder del Ahora

4 comentarios:

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Me llamó la atención lo que dice Tolle en El silencio habla. Algo así como que el ahora no es lo que hacemos en el presente, sino el espacio en el que suceden las cosas. Equiparo esto a lo que dices sobre el amor en el plano físico y el Amor que ES.

¡Qué interesante lo que expones, María! ¿Sabes si lee el tu blog? Podría ayudarle.

María R. P. dijo...

Mi queridísima Concha, creo que si que lo lee y se que está trabajando en ello al margen de lo que lea aquí.

La lástima es que solo le puedo ayudar en la distancia, cuando estoy próxima a él al principio le ayudo pero enseguida baja la guardia, se relaja y aparta su atención del presente, entonces empieza a enfocar el futuro basándose en su pasado. Y empiezan los miedos y las dudas...

Creo que ahora está muy cerca de liberarse de su ego, está viviendo el momento presente. Pero lo que más le está ayudando es el deseo que tiene de superarse y crecer en este sentido.

Y también creo que el amor que le doy en silencio, la aceptación, incluso mi distancia, todo lo que estoy haciendo, le está ayudando.

Espero que todo esto que creo no sea fruto de mi ego y que sea fruto de mi Ser. A veces es difícil distinguirlo.

Anónimo dijo...

El poder del ahora es un libro consciente que colabora en el proeso interno del lector. Otro libro que está lleno de vida y energía es el libro Viaje a la Divinidad... Tal vez en este instante no es conocido el libro, pero lo va a ser, porque su contenido es capaz de producir cambios internos intensos. Doy las gracias por libros que dan vida y otorgan comprensión, hasta experimentarla interiormente sin necesidad de herramientas exteriores, como se dice en el libro Divinidad... para así no apegarse a nada. El libro El poder del ahora me supuso un gran cambio, y el libro Viaje a la Divinidad que lo leí más tarde, supuso otro cambio y comprension más profundos, otorgando vida tanto a mí como al modo de relacionarme.

Anónimo dijo...

Lo fácil a veces se complica. Pero todo merece la pena intentar. Por un Amor, por una Salvación, por una Muerte, por una Libertad.....