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viernes, 2 de febrero de 2007

La responsabilidad de no crear más dolor.

En la entrada anterior expliqué el proceso que experimenté sobre el cuerpo dolor, tras leerlo me pareció tan fácil que creí que quizás alguien pusiera unas expectativas demasiado altas y se desanimara muy pronto.

"...Enfoca tu atención en lo que sientes dentro de ti. Identifica el cuerpo-dolor y acepta que está ahí. No pienses en él, dejes que el sentimiento se convierta en pensamiento. No juzgues ni analices. No te fabriques una identidad con el dolor. Mantente presente y continúa siendo un observador de lo que ocurre dentro de ti. Toma conciencia no sólo del dolor emocional, sino también de "aquel que lo observa", el testigo silencioso... Observa que ocurre a continuación..." E. Tolle - El Poder del Ahora


Me gustaría insistir un poco en que a pesar de que es muy fácil, también es tremendamente fácil que vuelva el cuerpo-dolor.

"...Cuando empiezas a dejar de identificarte y te conviertes en el observador, el cuerpo-dolor sigue operando durante cierto tiempo e intenta engañarte para que vuelvas a identificarte con él. Aunque ya no le das energía mediante la identificación, tiene cierta inercia, como una rueda que continuá girando aunque no esté recibiendo impulso. En este estadio puede crear tensiones en distintos puntos del cuerpo..." E. Tolle - El Poder del Ahora


Es esencial comprender que volverá el cuerpo dolor para no desanimarse, para estar preparado cuando llegue, para que cuando volvamos a caer en la inconsciencia y el cuerpo-dolor se apodere de nosotros tengamos la suficiente "practica" como para volver a la consciencia y hacer que cada vez esa rueda tenga menos inercia.

"...Mantente presente, mantente consciente. Sé el guardián siempre atento como para observar el cuerpo-dolor directamente y sentir su enegía. Entonces no podrá controlar tu pensamiento. En cuanto tu pensamiento se alinea con el campo energético de tu cuerpo-dolor, te identificas con él y vuelves a limentarlo con tus pensamiento...". E.T. - El Poder del Ahora

Existen numerosas resistencias internas que nos hacen desistir, resistencias a soltar la identificación con nuestro dolor, sobre todo para aquellos que vivimos muy identificados con nuestro cuerpo-dolor casi toda la vida ("soy hipertenso", "mis menstruaciones son muy dolorosas", etc). A partir del cuerpo-dolor nos fabricamos un "yo infeliz" y con identificamos con esa ficción. Así el miedo inconsciente a perder la identidad creará todo tipo de resistencia a cualquier desidentificación. Preferimos en muchos casos sentir dolor que dar un salto hacia lo desconocido.

En ese caso, observar la resistencia interna, observar el apego al dolor, observar el placer que proporciona ser infeliz, observar la tendencia a hablar o pensar en lo desgraciado que es. Menterse alerta, permitirá que se disuelva la resistencia, permitirá que se pueda realizar el proceso de desidentificación con el cuerpo-dolor, y en definitiva permitirá no crear más dolor en uno mismo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tenemos que buscar los motivos por los que el cuerpo dolor aparece una y otra vez. Como dice Louise Hay (aunque no le da esta denominación de Tolle; para mí no sólo iluminado, sino también luminoso. Es bestial lo que puede obtenerse de sus escritos)es un síntoma de una causa. Si tenemos dolor es porque, aunque sea inconscientemente, reclamamos dolor. Otra manera de explicar, pues, la identificación con algo, para no sentirnos vacíos.
La autoobservación, la consciencia, es la única vía de salida.

Concha

Jorge Handabaka dijo...

Es una de las explicaciones mas claras de todos los tiempos, acerca del sufrimiento humano.