Google
 

miércoles, 24 de octubre de 2007

Estés donde estés, manténte presente

Quizás una de las cosas más difíciles de implementar de lo que nos enseña Tolle es compaginar el estado interior con el exterior, ¿aceptar la situación de vida es no hacer nada por cambiarla?
"Trata de pillarte quejándote, de palabra o pensamiento, de la situación en la que te encuentras, delo que los demás dicen o hace, de tu entorno, de tu situación de vida, incluso del tiempo..." E. Tolle - El Poder del Ahora
Hasta que no alcanzamos el estado de Presencia es prácticamente imposible no pillarnos criticando, juzgando o quejándonos de algo, observa tu pensamiento, observa al observador del pensamiento, observa al observador del observador... lo verás.
"...Quejarse siempre es no aceptar lo que es, y conlleva invariablemente una carga de inconsciencia y negatividad. Cuando te quejas, te conviertes en una víctima, cuando te expresas, asumes tu poder. Por tanto, cambia la situación emprendiendo una acción o expresando lo que piensas siempre que sea posible o necesario; abandona la situación o acéptala. Lo demás es locura..." E. Tolle - El Poder del Ahora
Cuando observas todos tus pensamientos, todas tus críticas, todas tu quejas o juicios te liberas de la inconsciencia, solo observándolo, se abre un espacio en la mente, dejas de pensar... entonces accedes al Ser, a partir de ahí, cualquier acción que emprendas provendrá del Ser, siempre será acertada.

Pero tu ego, tu mente, volverá aparecer enseguida (hasta que no te hayas instaurado totalmente en la consciencia segundo a segundo) y criticará, juzgará y te hará dudar de tu decisión, no pasa nada, simplemente vuelve a observarla, vuelve a crear espacio, vuelve a tu esencia... sin juicios, sin criticarte por caer una y otra vez en la inconsciencia... ello te libera.

"...La inconsciencia ordinaria siempre está vinculada de algún modo con la negación del ahora. El ahora, por supuesto, también implica el aquí ¿Estás resistiéndote a tu aquí y ahora?. Algunas personas siempre prefieren estar en otra parte. Su "aquí" nunca es lo suficientemente bueno. Averigua si éste es tu caso mediante la auto-observación. Estés dónde estés, estáte totalmente allí. Si tu aquí y ahora te resulta intolerable y te hace desgraciado, tienes tres opciones: retirarte de la situación, cambiarla o aceptarla totalmente. Si quieres asumir la responsabilidad de tu vida, debes elegir una de estas tres opciones, y debes elegirla ahora. Después acepta las consecuencias. Sin excusas, sin negatividad, sin contaminación psíquica. Mantén limpio tu espacio interno..." E. Tolle - El Poder del Ahora.
Desde que entendí estas palabras me siento tranquila en mis decisiones, pero el entendimiento no pudo hacerse (porque es imposible) en mi mente, fue solo a través de la conciencia que pude entenderlo, en mi espacio interno. Ahora elijo libremente entre aceptar la situación o cambiarla, de momento nunca he elegido resignarme, en ese caso simplemente la acepto y dejo que se muestre como es.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, no sé quién ha publicado este blog, pero tengo que decir, que ciertamente el estar siempre presente aveces no es tan fácil y me gustaría poder alcanzar ese estado de "conciencia presente" que el Sr.Tolle, Eckhart quiere transmitirnos a través de su experiencia personal. Según las situaciones de vida reaccionamos de una u otra manera, pero cuando no puedes controlar tus emociones reaccionas de manera que después no nos sentimos bien. ¿Cómo se puede llegar a ese estado de presencia con tantas y tantas cosa que ocurren en el exterior de nosotros mismos?

Anónimo dijo...

¡Hola!

Qué razón tienes: aceptar lo que te está ocurriendo es realmente difícil. En el mundo actual todos vivimos con el "deseo" permanentemente. Así, todo aquello que nos ocurre que no encaja en nuestras espectativas, pasa automáticamente a crearnos sufrimiento. La aceptación es la vía de solución más poderosa, pero la más difícil de llevar a cabo debido a la intromisión constate del ego.
Un saludo, namasté, Tashi Delek

Anónimo dijo...

"¿Cómo se puede llegar a ese estado de presencia con tantas y tantas cosa que ocurren en el exterior de nosotros mismos?", preguntas, mayte...

Pues olvidándote del exterior y centrándote en tu interior y en el momento que vives, en cada segundo de existencia. Después todo se acomoda. Cada vez te encuentras menos preocupada por lo que ocurre en el exterior, y, a la vez, más en sintonía con ello.

Concha

Anónimo dijo...

(se me olvidó algo :-))

Como dice Tolle, cuando aceptas, llega un momento en el que te encuentras serena en la profundidad de un lago, observándolo todo. Las aguas, en la superficie, pueden estar más revueltas o más calmadas, pero tú continúas tranquila.

Concha

María R. P. dijo...

Hola Mayte,

Perdona el retraso en contestarte, vuelvo a estar fuera...

Concha te ha respondido muy acertadamente, pero quería agregar:

- No pretendas nada, no intentes cambiar tu forma de verlo, si lo ves desde fuera y no desde dentro no te desesperes porque sea así, solo observa eso que está ocurriendo en ti, no lo que está pasando fuera sino como te está afectando a ti, pero no critiques, solo observas.
Y si hay críticas interiores no critiques las "criticas", vuelve a observar, entonces un buen día eras consciente que ya no ves las cosas de la misma forma, las ves desde dentro de ti y eso te permite dejar de identificarte con las situaciones, dejar de sufrirlas.

Tu utilizas las palabras "controlar tus emociones" no debes controlar nada, nada en absoluto, solo observa tus emociones, ellas se equilibran solas cuando las iluminas con la consciencia, y la consciencia aparece con el acto de la observación.

Espero que te sirva. Un beso

Anónimo dijo...

He encontrado esto y deseaba compartirlo:Iluminación es descubrir que no hay nada que descubrir. La iluminación es saber que no hay ningún sitio al que ir. La iluminación es comprender que esto es todo, que esto es perfecto, que esto es ello. La iluminación no es un logro, es comprender que no hay nada que alcanzar, ningún sitio al que ir. Ya estás ahí, nunca te has alejado. No puedes alejarte de ello. Dios nunca ha estado perdido. Tal vez te hayas olvidado, eso es todo. Tal vez te hayas quedado dormido, pero eso es todo. Tal vez te hayas perdido en muchos sueños, pero eso es todo, porque tú estás ahí. Dios es tu propio ser.

Así que lo primero es que no hay que pensar en la iluminación como en un objetivo, porque no lo es. No es un objetivo, no es algo que se pueda desear. Y si la deseas no la lograrás. Al desear mil y una cosas vas comprendiendo, poco a poco, que todo deseo es fútil. Todo deseo te hace aterrizar en la frustración, todo deseo te arroja una y otra vez en una fosa.

Así ha venido sucediendo desde hace millones de años, pero a pesar de ello empiezas a albergar esperanzas, vuelves a creer que este nuevo deseo que surge, que brota en ti, tal vez te conduzca al paraíso. Que te proporcionara todo aquello que anhelas, que te colmará. La esperanza surge una y otra vez.

La iluminación sucede cuando desaparece toda esperanza. La iluminación es la desaparición de la esperanza.

No te perturbes cuando digo que la iluminación es un estado de desesperanza, porque no es algo negativo. La esperanza deja de surgir, no se crean más deseos. El futuro desaparece. Cuando no hay deseo, no existe necesidad de futuro. La tela del futuro es necesaria para el deseo. Pintas tus deseos en la tela del futuro, cuando en realidad no hay nada que pintar. ¿Para qué debes ir cargando con la tela? Abandónala. ¿Para qué cargar con pinceles y pinturas cuando no hay nada que pintar? Todo eso proviene del pasado. La tela proviene del futuro, y el color, los pinceles, la técnica y todo lo demás, proviene del pasado. Cuando no hay que pintar nada, uno se deshace de la tela, del pincel y de los colores. Y de repente está aquí y ahora.

Eso es lo que el Buda denomina chittakshana, un momento de entendimiento, de consciencia. Este momento de consciencia puede suceder en cualquier instante. No requiere de un momento en especial, ni de una postura específica, ni de un lugar particular… Puede suceder en todo tipo de situaciones. Ha sucedido en todo tipo de situaciones. Todo lo necesario es que durante un instante no haya pensamiento, ni deseo, ni esperanza. En ese instante, el rayo…

Recuérdalo, existen dos tipos de objetivos egoicos: los mundanos y los ultramundanos. Algunas personas andan a la búsqueda de dinero, otras quieren poder, prestigio, ganar. Otras andan buscando a Dios, mokṣa, nirvana, iluminación. Pero la búsqueda continúa. ¿Y quién busca? El mismo ego. En el momento en que abandonas la búsqueda también desechas el ego. En el momento en que no hay búsqueda deja de existir el buscador.

La iluminación es un proceso de desaprendizaje. Es una ignorancia esencial. Pero dicha ignorancia es muy luminosa y tu conocimiento es muy opaco. Esa ignorancia está muy viva y radiante, y tu conocimiento es muy oscuro y está muerto. Dijo: “De repente olvidé todo lo que había aprendido”. En ese momento no sabía nada. En ese momento no había conocedor, en ese momento no había observador… sólo el sonido. Y uno se despierta de un largo sueño.

La naturaleza no puede corregirse, debe aceptarse. No existe otro modo. Seas quien seas, seas como seas, así es como eres… eso es lo que eres. Es una gran aceptación. El Buda la llama tathata, una gran aceptación. No hay nada ahí que deba cambiarse. ¿Cómo podrías cambiarlo, y quién es el que lo cambiará? ¿Se trata de tu naturaleza y pretendes intentar cambiarla? Será como un perro persiguiéndose la cola. El perro enloquecerá. Pero los perros no son tan tontos como el ser humano. El ser humano no deja de perseguir su propia cola, y cuanto más difícil le resulta, más salta, y cuanto más lo intenta, más y más estrafalario se vuelve. No hay que cambiar nada, porque todo es una hermosura… eso es la iluminación. Todo es como debe ser, todo es perfecto. Éste es el más perfecto de los mundos, y no carece de nada. Experimentarlo así es la iluminación.