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sábado, 2 de enero de 2010

Malvado, víctima, amante

Una nueva etapa de ausencia en este blog. De profesión "viajera" voy a tener que poner en mi documento de identidad :-)

Viajar me aporta no solo las satisfacciones propias del viaje (conocer, disfrutar de experiencias nuevas, compartir con personas de diferentes pensamientos y culturas, ...) sino que también me involucra en el cambio constante que supone viajar como mochilera, con pocos recursos económicos, con poco equipaje, viaje no enfocado a las cosas sino a lo informe... el viaje de mi vida es constante, el cambio también, ¿porque realizarlo estando estática físicamente en un mismo lugar?.

Este último viaje lo he compartido (o he intentado compartir), al menos físicamente con él. Quise dar a la vida en pareja, a esta relación sentimental una última oportunidad, pero me equivoqué. Un ego que ha tomado la identidad de persona culta e iluminada y por tanto ya no se reconoce como ego tiene el control de su vida y eso hace que le sea realmente imposible poder compartir de verdad, desde el Ser. Además la necesidad y el reclamo de atención negativa se va incrementando con el tiempo, una vez le funcionó, por dos, tres y hasta cuatro veces ha conseguido mi atención negativa y que yo le abandone para luego él volver... este juego no es sano y yo ya no voy a continuar jugando.

Me volví a equivocar, su ego de nuevo se disfrazó tan bien disfrazado y mi deseo era tan fuerte que me engañó o me engañé, pero para el Ser, los engaños duran poco y son fácilmente reconocibles, y así fué... pero ya nunca más será, por lo menos no a través de él, quizás otras personas puedan llegar a hacerme creer que están en el camino, que han despertado y no sea así, pero él no, ya conozco demasiado bien a su ego como para que vuelva a utilizarme para atraer mi atención negativa y provocar mi inconsciencia.

Una caracterísica que voy a tomar siempre como punto de referencia para saber si realmente mis relaciones tienen calidad o no, para no dejarme llevar por el deseo de enamoramiento, es algo que he reconocido recientemente estos días. Mi relación con él NO me aporta alegría, no hay alegría en lo que hago (hacemos), una capa de tristeza se pegaba a mi y me cubría por entero a medida que iban pasando los días dentro de nuestra relación... yo, una persona muy alegre se quedaba totalmente sumida en la tristeza en todos los aspecto, claro que era capaz de reir, pero no era una risa envuelta de alegría, no surgía de dentro... y poco a poco pesaba más esa tristeza hasta no tener ninguna motivación para "hacer" tan solo estaba necesitando "Ser", y sobre todo "ser reconocida", pero no existió tal reconocimiento, desde el ego solo hay crítica y rechazo cuando no eres como él quiere que seas, no puedes Ser.

MALVADO, VÍCTIMA, AMANTE

Algunos egos, cuando no logran despertar alabanzas y admiración, se contentan con otras formas de atención y representan los personajes necesarios para obtenerlas. Si no consiguen atención positiva, podrían buscar la atención negativa, provocando, por ejemplo, una reacción negativa en otra persona. Algunos niños lo hacen. Se comportan mal para atraer la atención.

La representación de papeles negativos adquiere fuerza especialmente cuando el ego se amplifica a causa de un cuerpo de del dolor activo, es decir, por el sufrimiento emocional del pasado que desea renovarse sintiendo más dolor. Algunos egos cometen crímenes en aras de la fama. Buscan atención haciéndose notorios y provocando la condena de los demás. Su súplica parece ser la de "por favor díganme que existo, que no soy insignificante". Esas formas patológicas del ego son solamente versiones más extremas de los egos normales.

Uno de los personajes representados con mayor frecuencia es el de la víctima, la cual busca la simpatía, o la compasión, o el interés de los demás por mis problemas, "yo y mi historia". La víctima es uno de los componentes de muchos patrones egotistas, como renegar, sentirse ofendido, injuriado, etcétera. Claro está que una vez que nos identificamos con una historia en la cual nos hemos asignado el papel de víctimas, no deseamos que caiga el telón y, por tanto, como todos los terapeutas lo saben, el ego no desea poner fin a sus "problemas" porque son parte de su identidad. Si nadie desea escuchar nuestra triste historia, podemos repetírnosla mentalmente una y otra vez para sentir compasión por nosotros mismos y poseer la identidad de una persona maltratada por la vida, por las demás personas, por el destino o por Dios. Es una forma de dar definición a la imagen que tenemos de nosotros mismos, de ser alguien, lo cual es lo único que le interesa al ego.

En las primeras etapas de muchas supuestas relaciones románticas, es bastante común que las personas representen personajes con el fin de atraer y retener a quien quiera que el ego perciba ha de ser la persona que "me dará felicidad, me hará sentir especial y satisfará todas mis necesidades".

"Representaré el papel de quien deseas que yo sea, y tú desempeñarás el papel de quien yo deseo que seas". Ese es el acuerdo tácito e inconsciente. Sin embargo, representar personajes implica un gran esfuerzo que no se puede mantener indefinidamente, en particular después de que se inicia la vida en común. ¿Qué queda cuando se abandonan los personajes? Infortunadamente, en la mayoría de los casos no queda todavía la verdadera esencia de ese ser sino lo que cubre la verdadera esencia: el ego desnudo privado de sus máscaras, con su cuerpo de dolor y sus frustraciones que ahora se convierten en ira dirigida principalmente contra el cónyuge o la pareja por no haber eliminado el miedo subyacente y la carencia, elementos intrínsecos del sentido egotista del ser.

En la mayoría de los casos, el llamado "enamoramiento" es una intensificación de los deseos y las necesidades. Nos volvemos adictos a otra persona, o mejor, a la imagen que hemos fabricado de ella. No tiene nada que ver con el verdadero amor, el cual no conoce la carencia. El español es el idioma más honesto con respecto a las nociones convencionales del amor: te quiero significa a la vez "te deseo" y "te amo", pero ésta última expresión, en la cual no hay esa ambigüedad, rara vez se utiliza, quizás porque el amor verdadero es igualmente escaso. E. Tolle - Una nueva tierra

2 comentarios:

Solcito dijo...

Muy bueno Maríaaa, me refresco la consciencia =)

pako dijo...

algo que aprendi hoy del autoconocimiento: Mientras mas se satisfacen los deseos, mas grande se vuelve la insatisfaccion interior...

muchas gracias por el texto y contarnos tu experiencia!!! es muy valioso eso =D